Siempre que voy al pueblo de mi abuela, San Martín de Pusa, paso por un pueblo que tiene un árbol muy peculiar, en el cual, hace muchos años clavaron una señal de tráfico y con el paso del tiempo el árbol ha ido engullendo.
Así es que hoy no he podido resistirme y he hecho una foto a mis vespas en esta gracios árbol, antes de que se coma por completo la señal.